(Claudia)
Me
levanté del sofá y fui a ver que tal estaba Bruno. Parecía
agotado.
Lo
cogí y lo tumbé en su cestito, al poco tiempo se quedó dormido.
Cuando
terminé llamé a Clara.
-Hola
Clara- dije feliz.
-Hola
mma (mi mejor amiga)- dijo.
-Clara
esta noche volví a soñar con Justin. Es que si fuese real... Pero
eso es imposible es algo que no cabe en la cabeza- dije triste.
-Never
say never- dijo.
-¿Que?-
dije sin pillarlo.
-Claudia,
never say never... La canción de Justin Bieber y tu eres
belieber...-dijo.
-¡Ala!
Es verdad que tonta, no lo había captado- dije.
-Bueno
Clara te dejo que tengo que hacer tareas- dije mientras ponía la
secadora.
-Vale,
un besito mma, te quiero- dijo.
-Vale
yo también- y colgamos.
No
sabía que hacer y decidí salir a dar una vuelta.
Llamé
a Jorsh y quedamos para dar un paseo por el parque. Quería ir guapa
y me puse esto:
Fue
muy puntual. A las siete en punto estaba en frente de mi casa.
-Que
guapa- dijo él.
-Gracias-
sonreí.
Fuimos
caminando hasta el parque. Un parque precioso al que nunca había
ido.
Nos
sentamos en un banco y empezamos a hablar.
Nos
reímos mucho.
Nos
acercamos a una pequeña plaza llena de palomas y compramos una
bolsita de comida para darles de comer. Se nos posaron por todo el
cuerpo.
Me
lo pasé genial. Después fuimos al lago y dimos una vuelta con las
barquitas y también compramos algodón de azúcar. Estaba riquísimo.
Cuando
estábamos cansados decidimos volver. En el camino vimos a Clara
paseando con un chico muy guapo, lo raro era que no me lo hubiese
contado.
Decidimos
seguirlos. Tomaron por un callejón y después se infiltraron en un
enorme descampado. Corrieron y se colaron a través de una vallas a
un bosquecillo que había tras aquel descampado.
Yo
llevaba un vestido y no podía saltarme pero encontramos un agujero
en la alambrada y conseguimos pasar.
Corrimos
todo lo que pudimos y llegamos a un estadio abandonado donde había
muchísima gente. Al principio creímos que era un botellón pero
después nos dimos cuenta que era un espectáculo de baile callejero.
Vimos
a muchas caras conocida. Las trillizas, Clara, Marcos, Lucía...
Nos
miramos y sonreímos.
Nos
acercamos a aquel lugar y se nos ocurrió una idea.
Empezó
a sonar salsa y Jorsh (al que se le da muy bien este baile) me cogió
de la mano y me sacó al centro de la pista.
Todos
se giraron y al vernos bailar empezaron a aplaudir y vitorear.
Jorsh
me cogía de la cintura y me hacía volar sobre sus brazos de tal
manera que todos se asombraban. Vi como Clara nos observaba desde
lejos y negaba con la cabeza, pero reía. Entonces entendí porque.
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