(Claudia)
Cuando
terminamos de comer acompañé a Jorsh al aeropuerto. Estaban todos
allí, incluso Clara que parecía bastante triste.
Me
acerqué a ella e intenté hablar pero me evitaba.
Me
despedí de todos los chicos y les agradecí todo lo que habían echo
por mí.
Jorsh
se acercó a mi y me abrazó muy fuerte. Me dio un beso en la frente
y me entregó una carta.
-Jurame
que no harás nada cuando yo me valla por favor princesa- dijo en mi
oído.
Me
aparté de el y le sonreí.
-Te
lo prometo- y me abalancé a sus labios.
-¡Vamos
Jorsh! O perderemos el avión- dijo Luci desde el final de la sala.
-Me
tengo que ir pequeña- me dijo sonriendo.
-Llamame
cuando llegues Jorsh- dije cogiéndole de la mano.
El
aceptó con la cabeza y se fue agarrando una maleta. Miré la carta
pero esperé a llegar a casa para abrirla.
Miré
de nuevo a Jorsh y vi como se giraba a saludarme desde lejos.
Estiré
la mano y le dije adiós. Ya lo echaba de menos.
Cuando
desapareció por la puerta me fui a casa.
Pasé
cerca de la discoteca donde habíamos estado aquella noche y vi aquél
callejón donde mi ídolo me habló por primera vez. ¡Justin! Pensé.
Mierda debería de haber ido a darle su gorra.
Corrí
a casa. Mis padres todavía no habían llegado del hotel.
Me
cambié de ropa:
Y
me puse aquella gorra que robé a Justin.
Cogí
mi mochila y salí corriendo en busca del hotel en el que se
instalaba.
Pasé
por miles de calles diferentes. Vi a gente que nunca imaginaba, unas
chicas vestidas de conejitos y otros caminando mediante artilugios
extraños...
Corrí
lo más posible hasta que llegué al hotel. Era enorme.
Miré
a la puerta, estaba llena de paparazzis y limusinas.
¿Y
si Justin salía hoy?
No
pensé mas y decidí colarme.
Miles
de guardaespaldas y porteros rodeaban el edificio.
Me
infiltré entre la multitud y logré atravesar las vallas.
Unos
de los guardaespaldas se dio cuenta y fue tras de mi.
Llamé
corriendo al ascensor pero tardaba demasiado. Miré las escaleras y
después al guardaespaldas que sonreía satisfecho por haberme
acorralado.
Vi
a un grupo de estudiantes que iban al comedor y me puse junto a ellos
para despistarlo. Cuando pasaron cerca del baño me metí en el y
saqué la nota que me dio Justin. Planta 5 habitación 4.
Miré
el reloj. Todavía tenía tiempo de sobra.
Me
asomé al pasillo y no había nadie.
Salí
y me metí en el ascensor. Subí hasta la planta 4 y de repente se
paró. Se abrió y vi a aquel guardaespaldas de antes.
-¡Mierda!-
dije.
El
se rió e intentó cogerme.
Me
escabullí de sus brazos y empecé a correr por las escaleras. Planta
cinco.
Bien.
Ahora a buscar la habitación.
A
lo lejos vi aquel número, 4. Corrí y llamé seguidamente.
Vi
como aquel guardaespaldas gordo corría por el pasillo apenas sin
aliento.
Justo
en ese momento se abrió la puerta y tras entrar en el cuarto la
cerré.
-Ufff,
que alivio- dije sentándome en el suelo.
Miré
hacia arriba y vi que Justin estaba en boxers.
Abrí
la boca y cerré corriendo los ojos.
Cuando
los abrí Justin no estaba delante mía.
Me
levanté del suelo y fui a buscarlo.
-¿Justin?-
dije.
-Estoy
aquí que me estoy poniendo unos pantalones- dijo desde la
habitación.
-Siento
aparecer así pero la puerta estaba llena de paparazzis y limusinas y
guardaespaldas...- dije.
Se
escuchó una risa.
Entré
y lo vi doblando una camiseta.
-Oye
no te rías que he tenido que subir a tu habitación escapando de un
guardaespaldas regordete que me perseguía. Parecía una película-
dije riéndome.
El
me miró y me sonrió.
Nos
quedamos callados. ¿Que le decía?
Vi
como miraba mi gorra y sonreía.
Recapacité
y me quité la gorra.
-Aquí
la tienes- dije entregándosela.
La
rechazó y me miró.
-No
la quiero, ya es tuya- dijo sonriendo.
-¿Pero?
Me has echo venir hasta aquí y pasar por todo eso para rechazar la
gorra- dije enfurruñada.
Se
rió y aceptó.
-Era
una excusa para poder verte Claudia-dijo sonriendo.
-Entonces
me vale haber pasado por todo eso- dije sonriendo.
Se
acercó a mi y pegó su abdomen con mi barriga. Sentía su aliento
muy cerca de mis mejillas. Se subieron los colores.
Le
miré a la cara y recordé lo que me había dicho Jorsh. Pero era
imposible que mi ídolo y yo tuviésemos algo.
Me
miró y me sonrió.
-Estás
muy guapa- dijo apartándose de mi.
-Lo
sé- dije creída.
El
se rió y se sentó en el sofá.
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