lunes, 12 de noviembre de 2012

Capítulo 24.


(Justin)
Verla allí tan sola, tan hermosa... Se me hizo el corazón añicos.
Le di un beso en la mejilla.
-Toma la dirección de mi hotel y un pase para subir a la habitación y devolverme mi gorra. Recuerda que tienes que ir sola- dije sonriendo.
Ella me devolvió la sonrisa e hizo como el gesto de querer darme un abrazo pero se frenó.
-¿Puedo?- preguntó con los ojos aún negros de haber llorado.
-Claro- dije sonriendo.
Se acercó y me abrazó. Sentí su colonia penetrando en mi nariz de una manera tan especial. Esa sensación de tenerla en mis brazos... Y saber que me iba a durar tan poco.
Nos quedamos abrazados una eternidad, ojala nunca se soltara.
Levantó su cabeza y me miró.
-Mi novio a besado a otra chica en la discoteca- dijo mientras una lágrima caía de sus pequeños ojitos verdes.
Le miré sorprendido y le volví a abrazar.
-No llores Claudia- me alegraba de poderla llamar por fin por su nombre.
Ella se separó y se secó las lágrimas.
-Lo siento- dijo con la cabeza agachada.
-¿Por qué? Eres la chica de mis sueños que vas a sentir- dije levantandole la barbilla.
-Es que no lo entiendo ahora debería estar en plan ¡Justin Bieber! ¡Justin Bieber! Y estoy deprimida por ese idiota- dijo con los brazos cruzados.
-Eso es porque ya tenemos confianza. ¿Recuerdas nuestros sueños?- pregunté sonriente.
-Claro- dijo ella por igual.
-Pues piensa que ya me has encontrado, que el sueño es real, que estamos juntos, como amigos- dije sonriendo.
Ella sonrió y después me dio un beso en la mejilla.
-Yo ahora me tengo que ir Claudia, pero sabes donde estoy y si necesitas algo solo tienes que buscarme- dije sonriendo.
Le dí un beso en la frente y me alejé de aquel callejón.
(Claudia)
Después de ese reencuentro con Justin todo había cambiado. Lo conocía me había dado confianzas. Era todo perfecto excepto por el idiota de Jorsh.
Cuando Justin se despidió de mi me fui a casa de mis primos. Cuando llegué mi madre ya estaba mas que dormida.
Entré en el baño y me volví a dar una ducha. Me desmaquillé y a continuación me puse un pijamita calentito.
Me metí en la cama y cerré los ojos.
De repente mi movil sonó e inmediatamente me levanté a cogerlo para que no hiciese ruido.
-¿Si?- pregunté.
-Cariño ¿donde estás? Llevo buscándote media hora- dijo Jorsh desde la otra línea.
-¡¿Que donde estoy?! Pues en mi casa gilipollas- dije casi gritando.

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