(Justin)
En
el avión todo parecía de color de rosa.
Mi
madre me hablaba con total normalidad. Mi música se escuchaba de
fondo y yo podía estar tranquilo ya que Selena me había perdonado.
Aterrizamos
y salí escoltado por mis guardaespaldas.
Mi
equipaje fue recogido por un grupo de personas y yo sin llevar nada
encima salí al exterior.
Miles
de fans se agolpaban en la puerta como si regalasen dinero y en ese
mismo instante escuché mi canción de fondo.
Miré
a mis guardaespaldas y les dije que quería ver lo que era eso.
Abrieron
paso entre la multitud y vi a un grupo de jóvenes bailando.
En
el suelo estaba una chica de pelo marrón claro con la cabeza
agachada.
Ese
pelo...(Me sonaba) Pensé que estaban interpretando el videoclip.
La
chica se levantó y empezó a bailar. Se me quedó mirando y me
sonrió.
No
lo podía creer, era ella... La tenía tan cerca pero a la vez tan
lejos.
Me
aparté de mis guardaespaldas y me acerqué a ver el baile.
Pusieron
vallas a mi alrededor y las fans se quedaron atrás mía.
La
vi bailar. Coordinaba sus movimientos como si su vida dependiera de
ello.
Era
preciosa. Se acercó a mi y me cogió la gorra. Las chicas de atrás
mía empezaron a gritar. Le sonreí, ella me devolvió la sonrisa y
empezó a imitar los mismos pasos de baile que en el videoclip.
El
baile terminó y ella me guiñó un ojo. Me dio un papel y se alejó
con mi gorra.
Lo
abrí y leía lo que ponía.
Si
quieres tu gorra debes encontrarme ;)
(Claudia)
Se
dirigía a nosotros con su sonrisa pícara y perfecta.
Se
quedó mirándome como si mi cara le sonara de algo.
Un
cosquilleo empezó a correrme por el cuerpo como mil mariposas
revoloteando en el estómago.
La
música empezó a sonar e intenté dar todo en el baile.
Su
mirada se fundía con la mía. Nos miramos y nos sonreímos.
Me
acerqué a el y le cogí la gorra (cosa que ya tenía pensada).
El
me sonrió y yo seguí bailando.
Cuando
el baile acabó le guiñé un ojo y le di un papel.
Sus
guardaespaldas lo escoltaron de nuevo y se lo llevaron al interior de
la limusina.
Cuando
terminamos de recoger llevé a Jorsh a una cafetería cercana.
El
me quitó la gorra y se la colocó.
-A
mi me queda mejor que a el... Admítelo- dijo sonriendo.
Me
empecé a reír y se la arrebaté.
Pensé
en Justin toda la tarde. ¿Me buscaría de verdad?
Todavía
tenía su gorra... El tenía que recuperarla.
Llegué
a casa y todos dormían. Me duché y me preparé para salir a la
discoteca.
Ya
tenía edad para entrar en una light.
Me
alisé el pelo y me puse esto:
Jorsh
me esperaba en la puerta con un taxi.
Salí
y le di un beso en los labios.
La
discoteca estaba cerca. Empezó a llover y caminamos rápido hacia
dentro.
La
música a tope, humo, bebidas.
Me
asusté un poco pero después comprendí la situación y me adapté.
Jorsh
empezó a bailar con migo y me hizo sentirme especial. Bailamos muy
sensualmente y pegados. Me encantaba sentirlo así de cerca.
Lo
amaba. Clara bailaba pegado a un chico catalán que conoció en la
disco.
Vi
que en sus manos sostenía un tubo de Bozca. Me prometió que no iba
a beber.
Jorsh
también bebió y se le subieron los humos. Empezó a besarme el
cuello y a tocarme el culo.
-Jorsh
estás bebido, para ya- dije.
-Ven
cariño, hazme tuyo- dijo pasando sus manos por la cintura.
Le
empujé y me fui a donde estaba Clara.
Vi
como besaba al chico de la discoteca. Me acerqué y los separé.
-¡Que
haces tía!- dijo empujándome.
-Clara
has bebido- dije seria.
-¿Y?
- dijo mientras volvía a los labios del chico.
No
quería estar allí. Cogí mis cosas del vestuario y fui a buscar a
Jorsh.
Una
lágrima cayó de mi mejilla. No lo podía creer, el chico de mi
vida, mi niño, mi novio... Besando a una gilipollas de la discoteca.
Un
chico me tocó el culo y salí de allí corriendo, no quería saber
nada.
Cuando
estaba en la calle intenté pedir un taxi pero estaban ocupados.
Estaba
rendida. No podía mas. Al verlo allí besando a esa guarra...
Me
eché a llorar y todo se me hizo eterno. De repente una mano tiró de
mi.
Levanté
la vista y vi a un chico vestido de negro.
-¡Suéltame!
¡Ayuda!- empecé a gritar.
El
me metió en un callejón y me pegó con la pared. Me puso el dedo en
los labios y sin dejarme hablar se quitó la capucha que llevaba.
Mis
ojos se abrieron como platos. No podía ser verdad... El, estaba a mi
lado, el chico de mis sueños me había secuestrado.
Me
sonrió y me devolvió la nota que le di esa misma mañana.
-¿Y
mi gorra?- dijo sonriendo.
No
sabía que decir, estaba asustada. Estaba frente a Justin Bieber y el
me trataba tan normal.
-¿Eres
la chica de mis sueños?- me preguntó acercándose a mis labios.
Le
miré atentamente y le sonreí.
-¿Por
que letra empieza mi nombre?- le pregunté.
El
agachó la cabeza y emitió una sonrisilla graciosa.
Se
acercó a mi oído y me retiró el pelo de la cara.
-C-
dijo satisfecho.
No
me lo podía creer. Todo estos sueños, esas sonrisas, esas
palabras...
Nuestros
sueños estaban compartidos.
Le
miré sorprendida y le sonreí.
-Si,
eres tú- dijo el sonriendo.
-Esto
no puede ser verdad- dije sentándome en el suelo aún mojado por la
lluvia.
El
se sentó a mi lado y me agarró la mano.
-Yo
tampoco lo entiendo... Nuestros sueños estaban comunicados, es de
locos- dijo sonriendo.
Le
miré y el a mí.
-Me
llamo Claudia- dije sonriendo.
El
se sorprendió, miró al cielo y se rió.
-Mi
hermana me dijo que te llamabas así- dijo el sonriendo.
-¿De
verdad?- dije sorprendida.
Afirmó
con la cabeza y me abrazó.
Cuando
nos despegamos me guiñó un ojo y me besó la mejilla.
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