sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 23.


(Justin)
En el avión todo parecía de color de rosa.
Mi madre me hablaba con total normalidad. Mi música se escuchaba de fondo y yo podía estar tranquilo ya que Selena me había perdonado.
Aterrizamos y salí escoltado por mis guardaespaldas.
Mi equipaje fue recogido por un grupo de personas y yo sin llevar nada encima salí al exterior.
Miles de fans se agolpaban en la puerta como si regalasen dinero y en ese mismo instante escuché mi canción de fondo.
Miré a mis guardaespaldas y les dije que quería ver lo que era eso.
Abrieron paso entre la multitud y vi a un grupo de jóvenes bailando.
En el suelo estaba una chica de pelo marrón claro con la cabeza agachada.
Ese pelo...(Me sonaba) Pensé que estaban interpretando el videoclip.
La chica se levantó y empezó a bailar. Se me quedó mirando y me sonrió.
No lo podía creer, era ella... La tenía tan cerca pero a la vez tan lejos.
Me aparté de mis guardaespaldas y me acerqué a ver el baile.
Pusieron vallas a mi alrededor y las fans se quedaron atrás mía.
La vi bailar. Coordinaba sus movimientos como si su vida dependiera de ello.
Era preciosa. Se acercó a mi y me cogió la gorra. Las chicas de atrás mía empezaron a gritar. Le sonreí, ella me devolvió la sonrisa y empezó a imitar los mismos pasos de baile que en el videoclip.
El baile terminó y ella me guiñó un ojo. Me dio un papel y se alejó con mi gorra.
Lo abrí y leía lo que ponía.

Si quieres tu gorra debes encontrarme ;)
(Claudia)
Se dirigía a nosotros con su sonrisa pícara y perfecta.
Se quedó mirándome como si mi cara le sonara de algo.
Un cosquilleo empezó a correrme por el cuerpo como mil mariposas revoloteando en el estómago.
La música empezó a sonar e intenté dar todo en el baile.
Su mirada se fundía con la mía. Nos miramos y nos sonreímos.
Me acerqué a el y le cogí la gorra (cosa que ya tenía pensada).
El me sonrió y yo seguí bailando.
Cuando el baile acabó le guiñé un ojo y le di un papel.
Sus guardaespaldas lo escoltaron de nuevo y se lo llevaron al interior de la limusina.

Cuando terminamos de recoger llevé a Jorsh a una cafetería cercana.
El me quitó la gorra y se la colocó.
-A mi me queda mejor que a el... Admítelo- dijo sonriendo.
Me empecé a reír y se la arrebaté.
Pensé en Justin toda la tarde. ¿Me buscaría de verdad?
Todavía tenía su gorra... El tenía que recuperarla.
Llegué a casa y todos dormían. Me duché y me preparé para salir a la discoteca.
Ya tenía edad para entrar en una light.
Me alisé el pelo y me puse esto:
Jorsh me esperaba en la puerta con un taxi.
Salí y le di un beso en los labios.
La discoteca estaba cerca. Empezó a llover y caminamos rápido hacia dentro.
La música a tope, humo, bebidas.
Me asusté un poco pero después comprendí la situación y me adapté.
Jorsh empezó a bailar con migo y me hizo sentirme especial. Bailamos muy sensualmente y pegados. Me encantaba sentirlo así de cerca.
Lo amaba. Clara bailaba pegado a un chico catalán que conoció en la disco.
Vi que en sus manos sostenía un tubo de Bozca. Me prometió que no iba a beber.
Jorsh también bebió y se le subieron los humos. Empezó a besarme el cuello y a tocarme el culo.
-Jorsh estás bebido, para ya- dije.
-Ven cariño, hazme tuyo- dijo pasando sus manos por la cintura.
Le empujé y me fui a donde estaba Clara.
Vi como besaba al chico de la discoteca. Me acerqué y los separé.
-¡Que haces tía!- dijo empujándome.
-Clara has bebido- dije seria.
-¿Y? - dijo mientras volvía a los labios del chico.
No quería estar allí. Cogí mis cosas del vestuario y fui a buscar a Jorsh.
Una lágrima cayó de mi mejilla. No lo podía creer, el chico de mi vida, mi niño, mi novio... Besando a una gilipollas de la discoteca.
Un chico me tocó el culo y salí de allí corriendo, no quería saber nada.
Cuando estaba en la calle intenté pedir un taxi pero estaban ocupados.
Estaba rendida. No podía mas. Al verlo allí besando a esa guarra...
Me eché a llorar y todo se me hizo eterno. De repente una mano tiró de mi.
Levanté la vista y vi a un chico vestido de negro.
-¡Suéltame! ¡Ayuda!- empecé a gritar.
El me metió en un callejón y me pegó con la pared. Me puso el dedo en los labios y sin dejarme hablar se quitó la capucha que llevaba.
Mis ojos se abrieron como platos. No podía ser verdad... El, estaba a mi lado, el chico de mis sueños me había secuestrado.
Me sonrió y me devolvió la nota que le di esa misma mañana.
-¿Y mi gorra?- dijo sonriendo.
No sabía que decir, estaba asustada. Estaba frente a Justin Bieber y el me trataba tan normal.
-¿Eres la chica de mis sueños?- me preguntó acercándose a mis labios.
Le miré atentamente y le sonreí.
-¿Por que letra empieza mi nombre?- le pregunté.
El agachó la cabeza y emitió una sonrisilla graciosa.
Se acercó a mi oído y me retiró el pelo de la cara.
-C- dijo satisfecho.
No me lo podía creer. Todo estos sueños, esas sonrisas, esas palabras...
Nuestros sueños estaban compartidos.
Le miré sorprendida y le sonreí.
-Si, eres tú- dijo el sonriendo.
-Esto no puede ser verdad- dije sentándome en el suelo aún mojado por la lluvia.
El se sentó a mi lado y me agarró la mano.
-Yo tampoco lo entiendo... Nuestros sueños estaban comunicados, es de locos- dijo sonriendo.
Le miré y el a mí.
-Me llamo Claudia- dije sonriendo.
El se sorprendió, miró al cielo y se rió.
-Mi hermana me dijo que te llamabas así- dijo el sonriendo.
-¿De verdad?- dije sorprendida.
Afirmó con la cabeza y me abrazó.
Cuando nos despegamos me guiñó un ojo y me besó la mejilla.

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