miércoles, 26 de septiembre de 2012

Capítulo 4.


(Claudia)
Me levanté rápido y fui a desayunar.
-Ummm ricos cereales Golden Graunch- dije.
Mi madre se rió y me apartó la leche semidesnatada.
Desayuné rápido y me preparé para el día del baile callejero.
Cogí el pijama y la ropa del baile.
Todo listo para marcharme.
Llamé a Clara y estuve hablando con ella del sueño de esa noche. Esta vez Justin se interesó mas por encontrarme. Ojala fuera cierto.
Cuando terminé me puse la ropa y salí de casa hacía la escuela de baile.
Cuando llegué no había nadie. Esperé dentro haciendo flexiones.
Apareció Lucía del despacho.
-¿Que haces tan temprano?- me preguntó sujetando unos papeles.
-Para el ensayo, es que mis padres tienen una cena y se van temprano para enseñarles la ciudad a unos amigos- dije sonriente.
Ella me devolvió la sonrisa.
-Bueno pues en ese caso pasa que no les faltarán mucho a estos chicos- dijo.
Cedí la invitación y entré al despacho sonriente.
Entré despacio. Era pequeñito pero chulo.
Me senté en la silla blanca y leí una carta que había sobre la mesa.
-Viaje a Barcelona días...- Lucía entró de repente en la habitación y solté la carta de inmediato.
-Vamos Claudia ya están todos aquí- dijo sonriendo.
Salí del despacho y vi a todos calentando.
Jorsh se acercó y me dio dos besos.
-Hola Claudia-dijo contento.
-Hola Jorsh- dije dándole un abrazo.
Empezamos a bailar todos. Hicimos una pequeña batalla y salimos a la calle a practicar como sería bailar a las afueras.
La gente nos miraba con cara rara. Algunos se quedaban a ver el baile y otros pasaban.
Mas de uno nos echaba alguna que otra moneda pero Lucía se la devolvía y le explicaba el asunto.
Unas chicas de mi instituto pasaron delante mía. Al principio no me reconocieron y se quedaron mirando a Jorsh. Las odiaba.
Llegó la parte en la que Jorsh me cogía y me daba una vuelta.
Se quedaron mirándome y al fin me reconocieron.
-¡Esa es Claudia!- dijo Linda.
Las dos me miraron sonriendo como si nos llevásemos muy bien.
Cuando terminó el baile se acercaron a mí y me abrazaron. ¿Que hacéis? No me caéis bien quise decirles.

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